Hoy día le estaba contando a Bruno Papi, experto aeronáutico, mientras volvíamos caminando luego de la presentación en el programa de Glatzer Tuesta el relato de Junichiro Tanizaki que se llama "Retrato de Shunkin". Se trata de una joven música ciega, cuya ceguera adquiere a los 9 años, pero centrándome en los pájaros y aves y su canto, en su afición por los ruiseñores y por los tordos. En la zona de Pueblo Libre, donde está la casa de mis padres, a la que yo no iba desde el 2009 (ellos ya fallecieron) hay tordos, y colibríes, y botones de oro. Se ha logrado un ecosistema que los hace posible, y los tordos se destacan por su canto. Son aves canoras. La protagonista del relato de Tanizaki las valora especialmente en su canto, pero en segundo lugar, luego de los ruiseñores. Pero como decía han logrado un ecosistema porque está cerca el Parque de las Leyendas, la Universidad Católica y los parques de Santa Emma, que permite en el caso de los colibríes poder consumir una cantidad de néctar de las flores suficiente que los hace posibles.
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Estábamos caminando cerca del Ovalo Gutiérrez luego de haber sido entrevistados por Glatzer Tuesta en el programa "No hay Derecho". Previamente a que nos tocara entrar al set, entró el congresista Gino Costa a la sala de espera. Esperábamos en una sala y Gino Costa tomaba café o manzanilla sentado en un sillón (yo me inclino siempre ahora por la manzanilla). Bruno Papi estaba caminando por el patiecito de afuera, pensando un poco como se piensa antes de entrar a un set de TV y yo estaba viendo la televisión cuando Augusto Alvarez Rodrich, sin que entendiera bien el motivo, pasó a hablar del fanatismo de la gente que se oponía al Aeropuerto de Chinchero. Obviamente Augusto Alvarez Rodrich no tenía conocimiento alguno de lo que estaba hablando. Yo miré a Gino Costa, y le dije: -Nosotros venimos a hablar del Aeropuerto de Chinchero, y se nota que este pata ha leído todos los libros de Voltaire sobre la tolerancia. Gino Costa, que no me conoce, sonrió extrañado, pero bueno, algo que debe hacer Alvarez Rodrich mínimamente antes de dar una opinión, ya que es un analista político reconocido, es informarse. Y por lo visto, su conocimiento de lo que es la tolerancia y la intolerancia es muy limitado, o más bien jamás se ha dado el trabajo de leer la página "Salvemos Chinchero", y tampoco verá la entrevista en que unos 40 minutos después se le hace leña ante cámaras. Es decir, Glatzer lamenta las declaraciones de Rodrich como completamente desafortunadas y pide disculpas a personas como Natalia Majluf que considera que tiene posiciones sensatas respecto al patrimonio y Chinchero y completamente atendibles.

Ambos: Alvarez Rodrich como Gino Costa, dicho sea de paso, son dos personas que no me interesa conocer, porque honestamente, prefiero saber de los tordos, del "Retrato de Shunkin" o "Naomi" de Junichiro Tanizaki, o de los alucinantes relatos de Kobo Abe, que es guionista de ese director increíble que dirigió "La Mujer de Arena" en 1964 si no me equivoco, y cuyo director también viene vagamente a mi memoria como Teshigahara.

Se sabe por adelantado que Alvarez Rodrich no le va a dar ni pedir ningunas disculpas públicas a Natalia Majluf, pero la próxima vez se debe dedicar a explicar sin caer en los lugares comunes que son sencillos de refutar, cuál es la razón por la que apoya al Aeropuerto de Chinchero, y reconocer la ignorancia que tiene acerca de los grupos opuestos a la construcción del Aeropuerto.